Pido perdón a Lupy, Nieto, Pablo, Nando, incluso a Oscar y a las Niñas (Kuky, Marion, Marita) y hasta a David López, miembros tod@s ell@s también de la banda der Vate por no haberos incluido en el post anterior. Pensé en vosotros, en algún cigarro fumado en el vestuario femenino y algún porro de cleenex y bolitas de anís, en muchas historias que os tenía a vosotros de protagonistas y en las que todos éramos una misma piña, aunque ahora algunos no nos hablemos entre nosotros.
Os pido perdón, como decía, por no incluiros en el post, pero quiero que sepais que también pensaba en vosotros, solo que no era plan de hacer una entrada larga de cojones, si no más bien de dar cuatro pinceladas a lo que fuimos; hablar de la banda como un todo, no como un grupo de personas. Espero que comprendais que citase a quienes cité (los que estaban ese primer día, del que siempre me acordaré y los que me acompañaron en el relevo generacional). Perdonadme, pero sabed que todos y cada uno de vosotros sigue estando en mi corazón y en mi mente... y que ninguno se librará de que hable de él o ella en otro post de Ciudad-Pueblo.
Por cierto, muchas gracias a todos por leerlo, no espetaba que corriese la voz tan rápido. Ha sido algo muy emotivo encontrarme con vuestros comentarios. Muchas gracias, de corazón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario