El Seppuku es una de las principales partes del bushido (el código de los samurais). Los guerreros lo utilizaban para evitar caer en las manos del enemigo y para atenuar la deshonrra. Los damiyos (señores feudales) podían también ordenar a sus samurais que se suicidasen segun este ritual. Las mujeres samurais sólo podian realizarlo bajo permiso de estos.
El samurai debe estar vestido para la ceremonia, con su espada situada frente a él. Se prepara para la muerte escribiendo un "Poema de la muerte". Con su ayudante (Kaishakunin, su segundo) junto a él, abrirá su kimono, cogereá su wakizashi (espada corta) o su tanto (cuchillo) y lo clavará en su abdómen, haciendo primero un corte de izquierda a derecha y luego un leve ascenso para derramar sus intestinos. En el segundo movimiento, el kaishakunin puede realizar un daki-kubi, un corte que casi decapite al guerrero (una pequeña tira de carne mantendrá la cabeza unida al cuerpo). Generalmente esta ayuda se lleva a cabo bajo la expresa petición del guerrero, que quiere acortar así su sufrimiento, y sule ser llevada a cabo por un amigo; sin embargo, si un guerrero derrotado ha luchado con honor y bien, el oponente puede optar por honrar su valor y ofrecerse voluntario para realizarlo.
Algunos samurais eligen una forma más taxativa de seppuku denominada jūmonji-giri (corte con forma de cruz), en el que no hay kaishakunin para ahorrarle sufrimiento. Implica un segundo, y más doloroso, corte verticar a través del ombligo. Un samurai que se realiza el jūmonji-giri espera morir tranquilamente mientras ve su sangre derramarse.
El Seppuku como condena judicial fue abolido en 1873, un poco después de la restauración Meiji. Pero el seppuku voluntario no desapareció. Docenas de personas lo han utilizado desde entonces, incluyendo a un gran número de militares que lo realizaron en 1895 para protestar contra la devolución de territorios conquistados a China. También lo realizó el General Nogi (y su mujer) tras la muerte del emperador Meiji en 1912 y por muchos soldados y civiles que prefirieron morir antes que rendirse al final de la segunda guerra mundial.
En 1999, Masaharu Nonala, un empleado de 58 años de Bridgestone en Japón, rajó la zona de su ombligo con un cuchillo sashimi para protestar por su jubilación obligatoria. Murió horas después en el hospital. Los medios digeron que representaba los probloemas surgidos en Japón a raiz de la burbuja económica.
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