martes, 30 de mayo de 2006

Fastidiar en clase

Siempre me acusaron, cuando era jóven, de fastidiar en clase. Los profesores no paraban de decirme que era una distracción para mis compañeros, que no me callaba ni debajo de agua. Recuerdo que alguna gamberrada si que hice de verdad, como clavarle un pilot en el cuello a mi compañero de al lado. Sin embargo, cuando llegué a la facultad todo eso acabó. Los pocos días que pasaba por allí permanecía callado, excepto cuando increpaba al profesor o profesora de turno con preguntas raras. Eso me hizo ganarme algún apodo (que desconozco) y fastidiaba a algun@ compañer@s, ya que decía que rompía la dinámica de la clase.
Que se preparen. La p´roxima vez van a verme haciendo de superman!

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