domingo, 20 de agosto de 2006

Marketing de guerrilla que no vemos en españa

Es una pena que nuestras agencias publicitarias, a pesar de lo que se pueda pensar, sigan una línea de lo más conservadoras y no se arriesguen con un uso más atrevido del espacio público. Este uso más atrevido es algo que se conoce como marketing de guerrilla, no con tono despectivo si no más bien irónico. La idea es impactar al espectador (o público) en medio de la calle para que recuerde nuestro producto o sienta curiosidad par acercarse a él.

Esa forma de impactar puede ser cualquiera (respetando, claro, las reglas éticas) y aquí muestro algunos ejemplos de campañas realizadas para dos películas y una que ni hemos visto ni veremos por nuestro país pero que realmente causan impactos en quien se las encuentra.



Es muy común en este tipo de campañas adaptar elementos normales de lugares públicos como pueden ser los ascensores para crear una cierta incertidumbre en el espectador (¿quién habrá puesto un cartel de un tio en la puerta del ascensor?) que se resuelve con el impacto del producto en sí:

O también se opta, a veces, por adaptar las campañas a otros sitios más privados pero de uso público también:

Podría seguir poniendo ejemplos todo el día, pero sin embargo me parece que es poner los dientes largos a mucha gente. Porque en españa también nos merecemos una publicidad más creativa. Porque nuestras empresas se merecen algo más que una valla manida. Porque nuestros clientes se merecen un poco de respeto y una publicidad que les sea atractiva a ellos también. Porque todos ganaríamos con estrategias de este tipo.

Por si quereis ver algunas campañas más, os dejo un link a la sección Outdoor de Coloribus, un blog de publicidad [en inglés] que he descubierto buscando imágenes para el post y que me ha sorprendido gratamente y ya se encuentra en mi lector de feeds. Y para los que quieran profundizar en el guerrilla marketing, os dejo un link a dicha categoría en uno del los mejores blogs sobre publicidad en español: Brief blog, especialmente a un par de artículos teóricos que tienen sobre el tema y que son bastante interesantes.

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R. escuchaba el viejo vagón, de Saratoga.
R. ha comido arroz tres tortillas y una salchicha.
R. tiene un jodido dolor de cervicales.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me encanta!!! Estuve a punto de estudiar publicidad (no me llegó la nota) y estas cosas me interesan mucho. Evidentemente, siempre que no se sobrepasen unos límites (no me gustan las campañas demasiado... eeeeh... "intrusivas"), pero no creo que éste sea el caso.