Gracias a Nividhia, descubro uno de los secretos mejor guardados, seguro, de los fotógrafos profesionales. Soy un obseso de las firmas. Siempre que leo un texto que me gusta, veo una fotografía que me impacta, me deleito con un diseño muy cuidado o me entretengo observando el embalaje de correos, me gusta saber quién lo ha hecho. Quién estaba en el lugar justo en el momento ideal para sacar esa foto, quién pensó lo suficiente como para hacerme disfrutar con ese texto... quién, siempre quién.
En este caso ese quién es un fotógrafo. Bueno, son todos los fotógrafos. Concretamente son todos aquellos que alguna vez en su vida han aparecido bajo las siglas M.G. que no son ni más ni menos que un gesto de cortesía propio a esta profesión. Tales siglas no pertenecen a nadie (bueno, seguro que Manuel García si las usa, pero no nos referimos a él ni a Miguez Gutiérrez), si no que significan "muchas gracias". Se utilizan cuando un fotógrafo no ha llegado a tiempo a una rueda de prensa, por ejemplo, y otro (de otro medio) le cede una de sus fotografias para que no vuelva a su periódico "con el culo descubierto". Me parece un bonito gesto para reconocer tu agradecimiento y la solidaridad de tus compañeros de forma anónima para ámbos (no firmas con tu nombre, ni con el suyo, simplemente lo dejas ahí). Ojalá otras profesiones fuesen tan caritativas para con sus rivales.
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