Han pasdo ocho días desde mi última escritura en el blog. No es que no haya tenido tiempo si no que no tenia ganas. Me daba una pereza increíble ponerme a escribir. Y en las pocas veces que lo intenté, me daba también mucha pereza pensar en lo queescribiría. No suelo ser un vago en lo que a darle vueltas al cerebro se refiere (no así en lo de hacer deporte), pero de vez en cuando me apetece tomarme unas vacaciones plenas, en las que lo más complicado que pueda concebir mi mente sea el menu de la cena. Sin embargo, ya va siendo hora de poner a trabajar las neuronas. Esta mañana ha sido la última en que me levanto más tarde de las 10. Hoy ha sido mi último dia en blanco.
Este post no es mas que un pequeño ejercicio para mis perezosas neuronas; una pequeña fase de calentamiento. No les he dado unos deberes muy difíciles: simplemente deben hacer un pequeño repaso memotéctnico de los últimos 8 días y volcarlo por escrito. Allá vamos, veamos lo que tienen que decir.
(han pasado 6minutos desde el párrafo anterior) Aburrimiento. En eso se resumen estos dias. Aburrimiento y monotonía; despertarse para comer y coger el coche antes de empezar la digestión para dar vueltas por toda Ciudad-pueblo con paradas esporádicas en gasolineras (para comprar comida), cafetines (para tomar té) y miradores (para no hacer nada). Algún día suelto, en vez de coche, a machacar el cuerpo a base de playa o de alcohol... o de ambos. Y un día, barbacoa nocturna en la playa. Ésto último suele ser de lomejor del verano, sin embargo, esta vez ha sido una barbacoa rara, con poca gente y bastante aburrida.
Los dos últimos días los pasé en Huelva, celebrando el 60 cumpleaños de mi tía (felicidades Tita Bego) y bueno, más o menos entretenido. El día de hoy ha sido aburrido y casero, pero mañana ya espero romper con esta dinámica autodestructiva.
En el plano emocional, ni bien ni mal. Sigo enamorado pero con desamores; alegre y risueño como siempre pero melancólico y cabizbajo. Por lo menos ya no me planteo un futuro acompañado. Espero superar esto el día 15 cuando llegue cierta personaja en la que no pensaba desde hace mucho.
Y eso es todo amigos. Mis neurnas recién despertadas no dan para más. Tal vez esta noche o tal vez mañana, cuando se espabilen un poco, les contaré un par de curiosas anécdotas sucedidas en el viaje de regreso de ayer que nos permitiran una divertida reflexión sobre la condición humana y sobre las relaciones de pareja. Hasta entonces, un abrazo y un saludo.
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