Me encuentro en Århus, la segunda ciudad más grande de Dinamarca (con 220.000 habitantes) y sede central del obispado del país. Es mi tercera visita a esta ciudad; procuro venir, al menos, una vez al año, para ver a mi hermana, que lleva ya unos años viviendo en esta ciudad. En esta ocasión me han acompañado, o, mejor dicho, yo vengo acompañando a mis padres. Así pues somos 6 en la casa, contando a mi hermana, su marido y la perra de ambos, Nana. Como no, me ha tocado dormir en el sofá.
El viaje de venida ha sido un poco duro, teniendo que pasar una noche en el aeropuerto de Stansted, Londres. Pero la llegada a la casa fue muy cálida, con una caja de botellines de cerveza tuborg incluida. Luego hemos pasado el fin de camping en la zona playera de la península alucinando con el ambiente a lo costa del sol que se vivía en los pueblos de por ahí (a ver si consigo sacar las fotos a este ordenador y las subo.).
Creo que hay mucho que comentar sobre la cultura vikingodanesa contemporanea, pero lo dejo para varios posts de [culturilla], ya que la sección de cuaderno de bitácora no está para eso, si no para comentar mi vida y por donde voy. Hablaré aquí un poco de la comida de estos días.
El primer día desayunamos a la hora del almuerzo varios Smorrebrods (escribo de oído), que son pequeños bollos de pan ligero con pepitas por encima, con mantequilla y mermelada de bayas. Cenamos sobras de spaghettis que había por la casa. El desayuno a base de smorrebrods es constante todos los dias, asi que paso directamente a comidas y cenas... en las que poco tengo que destacar salvo los sandwiches de frikaedler (una especie de albóndigas especiadas muy buenas) con remolade (una salsa dulce color mostaza), las salchichas a la barbacoa del camping (increiblemente buenas y muy variadas; yo creo que los daneses tienen muchos más modelos que los alemanes), y un lomo de salmón fresco de 800gr que hicimos también a la barbacoa en el camping. Por supuesto, todo regado con cervezas Tuborg.
Y eso es todo por esta mañana; me retiro a seguir estudiando, que mi señor padre me mira con cara de sospecha.
2 comentarios:
Encantado de saber de usted, R. Ya sabe que a lo largo del curso venidero haremos una visita a esa ciudad que habita su hermana y un amigo mío. Recuerdos desde mi ciudad-pueblo, en la que las noches se tornan cada vez más luminosas y las pieles femeninas, más tersas y bellas. Sigo buscando a mi Dulcinea cual Quijote atrapado entre gigantes.
(el simbolo /æ/ viene a ser la letra |enye|, cosas de los teclados daneses)
Encantado de leerle por aqui, seæor JL. ciertamente haremos una visita a esta ciudad, ciertamente; usted, yo y varios compaæeros de mi ciudad que desean ir a copenague y quieren un guia turistico. Es una promesa.
Un abrazo
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